Las empresas gallegas no se asustan

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

Las empresas gallegas exportaron a EE. UU. mercancía por valor de 613 millones el año pasado.
Las empresas gallegas exportaron a EE. UU. mercancía por valor de 613 millones el año pasado. Oscar Vazquez

Las compañías que exportan a EE. UU. dudan de que Trump cumpla sus promesas proteccionistas y las hay que se sentían más amenazadas por un triunfo de Clinton

12 nov 2016 . Actualizado a las 10:55 h.

No lo ven tan fiero como él mismo se pinta. Al menos, en lo que a la economía se refiere. Pese a las bravuconadas con las que se ha despachado en campaña, amenazando con romper tratados de libre comercio o con levantar nuevas barreras arancelarias para primar el made in America, las empresas gallegas con presencia en Estados Unidos no temen al Donald Trump presidente ni al impacto que sus políticas puedan tener en sus cuentas de resultados.

La industria alimentaria, uno de los sectores con más potencial de crecimiento, es también uno de los más confiados. Porque saben que la producción interna no cubre la demanda de los americanos. «Y, en el caso del vino, no puede ir a más, porque solo se produce en ciertas zonas de California», recuerda el gerente de Bodegas Martín Códax, Juan Vázquez Gancedo. José Manuel Pérez Canal, director gerente de Aceites Abril, va en la misma línea: «Como destino final, son los mayores importadores de aceite del mundo; y aunque potencien nuevas plantaciones, el olivo no empieza a producir al momento, hacen falta años».

El también presidente de la patronal ourensana destaca que la política proteccionista tendría más efectos negativos para los americanos que en el exterior: «Si pones más aranceles sube la inflación en tu país». De hecho, Vázquez cree que el mayor riesgo está en que la política económica de Trump pueda generar una nueva recesión que merme el poder adquisitivo de los americanos y reduzca su consumo: «Hay productos en los que la compra se decide por centavos, pero no es tampoco el caso del vino de importación, que no es un bien de primera necesidad, sino que se compra para una celebración».

Otro riesgo es una depreciación del dólar que encarezca los productos europeos en los supermercados americanos, pero la mayoría de las empresas cuentan ya con seguros de tipo de cambio que las blinda ante ese escenario.

Por eso, ninguna de las empresas consultadas por La Voz se plantean replegarse en el mercado estadounidense. Nueva Pescanova ha señalado el país como uno de los cinco mercados prioritarios para su expansión en el plan estratégico 2016-2020 por la fuerte demanda de productos saludables. «Pescanova lleva presente veinte años en el mercado americano y estamos seguros de que el resultado electoral no afectará a nuestras ventas», que alcanzan todos los estados del país, según explican fuentes de la multinacional pesquera. Pescanova tiene una filial con sede en Miami desde la que ingresa cien millones de euros al año.

Hay quien ve oportunidades

Tampoco cambian sus previsiones en Televés, que prevé triplicar sus ventas al otro lado del Atlántico de aquí al 2020. «Esta tormenta se va a estabilizar en pocos meses, la americana es una sociedad madura», destaca Sergio Martín, director de comunicación de la empresa santiaguesa. Su intuición es que, si se llegan a aplicar, las políticas proteccionistas se limitarán a sectores muy sensibles para el imaginario americano, como el del automóvil. No en vano, la victoria de Trump se decidió en los estados del llamado cinturón industrial, muy castigados por el paro.

En su negocio, el de las telecomunicaciones, cree que incluso hay posibilidades de mayor negocio si el nuevo presidente cumple con su promesa de invertir hasta medio billón (con b) de dólares en nuevas infraestructuras.

Un plan que explica el rebote bursátil de las constructoras. Pero quizás las empresas más aliviadas con la victoria del magnate son las farmacéuticas. Luis Mora, director general de Pharmamar, recuerda que la promesa de Hillary Clinton de elevar la presión sobre los precios de los medicamentos convirtió al biotecnológico en el sector con peor comportamiento en bolsa en el último año y medio. De ahí el rebote con su derrota que, además, garantiza que las empresas mantengan sus políticas de inversión, amenazadas por un escenario de menor rentabilidad.

La empresa de origen gallego, que tiene entre sus planes salir a bolsa en Estados Unidos, obtuvo el año pasado permiso para vender en aquel país su antitumoral más conocido, el Yondelis, al que seguirán, cuando se tengan las autorizaciones, el Aplidin y otros fármacos para el cáncer de ovario y pulmón. «Es un país estratégico, porque concentra el 48 % del mercado oncológico», apunta Mora, para quien la mala noticia puede venir por la paralización del tratado de libre comercio entre EE.?UU. y la UE, que de entrar en vigor les ahorraría costes, al tener solo que lograr autorización en Europa. Pero no dramatiza: «Si se frena, nos quedaremos como estamos».

El Ibex pierde un 3,3 % en una semana, azuzado por la victoria de los republicanos

Culmina la primera semana bursátil tras la sorpresa que depararon las urnas en Estados Unidos con movimientos que ningún analista había vaticinado antes del martes, cuando se certificó el triunfo de Donald Trump. Ningún pronóstico estimaba que, con la victoria republicana, los mercados no se hundirían, como nadie anticipó que sería la Bolsa española la que peor comportamiento registrara entre la mayor parte de los índices mundiales. El Ibex-35 cerró ayer con otro descenso, esta vez del 1,3 %, lo que supone una pérdida acumulada del 3,3% en los cinco últimos días. El selectivo se situó finalmente en los 8.639 puntos, acumulando tres semanas consecutivas en negativo y, sobre todo, un balance negativo del 9 % desde que comenzó el año. La presidencia de Donald Trump ha llegado en el peor momento posible para el mercado español, que venía de acumular una ganancia superior al 18 % desde junio.

El peso mexicano sigue en caída libre y el Gobierno fía la solución al presupuesto

México se ha convertido en el gran pagano de los mercados tras la victoria de Donald Trump. El peso mexicano se depreció ayer otro 1,65 %, con lo que cierra la semana con una bajada acumulada del 8,75 % respecto al dólar. Cada billete verde se cambia ahora por 21,15 pesos mexicanos, frente a los 18,85 del lunes.

El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, rechazó ayer que las autoridades financieras del país azteca vayan a intervenir en el mercado, por ejemplo con una subasta de dólares del Banco de México, que cuenta con reservas por 175.100 millones. Se trata de «una volatilidad en todos los mercados y por tanto una intervención local no habría tenido el impacto que hubiéramos esperado», justificó.

La respuesta vendrá, explicó Meade, en el presupuesto para el 2017, que tiene «elementos que ayudarán a enfrentar la coyuntura». De momento, descarta la necesidad de acometer un recorte adicional en el gasto.