La ourensana que subió a la élite del baloncesto británico

l. m. r. OURENSE / LA VOZ

DEPORTISTAS

Noelia Cacheiro llegó lesionada al parón de su primera campaña en la máxima categoría femenina de las islas

04 ene 2017 . Actualizado a las 11:04 h.

La polifacética Noelia Cacheiro (Ourense, 1987) sigue disfrutando del baloncesto en las islas británicas y, aunque la actual temporada ha sido extremadamente corta para ella, sí le ha dejado muy buenas sensaciones en algunos momentos, que más tarde contrastaron sin embargo con otros más aciagos.

Para empezar, la jugadora gallega que ya había brillado durante dos campañas en la competición universitaria, con la camiseta del Newcastle, se decidió a dar un paso más adelante: «Ya que las temporadas anteriores fueron tan exitosas, me animé a jugar con Northumbria la WBBL, que sería el equivalente de aquí a la Liga Femenina de baloncesto en España. Empecé muy bien y estuve en muy buena forma durante varias semanas, muy contenta con rendimiento en partido».

Después de las notables experiencias de Cacheiro Quintas, que se aficionó al mundo de la canasta en el Carmelitas Vedruna, para pasar después por el Celta, la Universidad de Oral Roberts en Estados Unidos y otras inglesas, además de otra vivencia especial en el baloncesto holandés, su techo como jugadora en las islas británicas se truncó de repente, en un golpe de mala suerte, que a la postre tuvo consecuencias.

«Después de varios buenos partidos, llegó lo inevitable, primero me lesioné en los tobillos y, antes de recuperarme completamente de esa lesión, me dañé el menisco. Estoy a la espera de una resonancia para comprobar el alcance exacto y después arreglarlo», relataba Noelia con cierta resignación, pero sin que bajen sus ánimos, sobre todo porque tiene muchos otros proyectos en marcha, desde su trabajo como traductora y otros muchos proyectos profesionales, así como sus primeros pinitos como entrenadora. Aún así, no podía resignarse de todo a decir adiós tan pronto a esta aventura: «Llevo un mes parada, desde el partido contra Saint Andrews, la última victoria antes del parón. El equipo hizo los deberes y nos mantuvimos en la categoría, pero pudimos conseguir una mejor posición para las finales a ocho, si ante Edimburgo no hubiéramos perdido de un punto en la prórroga, después de dudosas decisiones arbitrales».

La ourensana es consciente de que quizás no podrá participar en más batallas con el equipo al que llegó en este curso, pero si no renuncia a animar desde fuera a sus compañeras, tampoco le costará cambiar de chip para afrontar otros retos: «En resumidas cuentas, quizás para mí ya terminó la temporada, dependiendo de los tiempos para la resonancia y la recuperación, una pena, porque si es así, ha sido demasiado corta, pero con el equipo que estoy entrenando somos la relevación de nuestra liga y vamos en la segunda posición. Por ahora, llegamos a los octavos de final de la Copa y eso ya es una gran sorpresa».

La inquietud de Noelia está fuera de dudas y en el baloncesto inglés ha encontrado un escenario en el que se mueve con comodidad. Seguramente su menisco no la frenará.