Pedro Rodríguez crece en Hungría

lornena garcía calvo VIGO / LA VOZ

DEPORTISTAS

XOAN CARLOS GIL

El balonmanista se ha adaptado a la perfección a su nuevo equipo, el Pick Szeged, y a su nueva vida

28 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de cinco meses, Pedro Rodríguez (Vigo, 1990) puede afirmar sin lugar a dudas que está feliz en Hungría. Que su decisión de probar suerte en el Pick Szeged ha sido acertada y que su balonmano sigue creciendo, al tiempo que lo hacen los retos que se le presentan.

Tras pasar por Octavio, Cuenca y Logroño, el balonmanista vigués apostó por cambiar de aires el pasado verano y puso rumbo a la liga húngara y a Szeged, una de las ciudades más grandes del país. «Hasta ahora la experiencia está siendo muy buena. Los primeros meses fueron un poco más complicados porque aunque sé hablar inglés, tenía que acostumbrarme a usarlo para todo, pero ahora ya estoy asentado y muy contento».

Desde el primer momento sintió que tanto la ciudad como el equipo encajan en lo que esperaba y su adaptación ha sido sencilla. «A nivel deportivo el equipo es un equipazo, somos muchos nuevos y cada vez estamos mejor. En la liga húngara vamos primeros, le ganamos a Veszprém, que es nuestro máximo rival, y en la Champions vamos segundos en un grupo muy complicado, así que la verdad es que estoy muy contento», resume Pedro.

Una de las ventajas que se encontró nada más llegar al vestuario fue que no era el único hispanohablante. El técnico Juan Carlos Pastor es su entrenador, José Manuel Sierra también está en el equipo y jugadores con pasado en la Liga Asobal como Jonas Kallman o Thiago Petrus forman parte del grupo. «Ayuda mucho tener a gente que hable español, permite que todo vaya mucho más rápido», cuenta el extremo derecho vigués.

A lo que sí ha tenido que amoldarse es al frío, a jornadas diferentes y a probar fortuna con un idioma complicado. «La vida aquí no es muy distinta a España, pero sí he tenido que acostumbrarme a los cambios horarios. Es la misma franja, pero aquí la gente hace la vida dos horas antes. Comes antes, cenas antes, entrenas antes y las sesiones de preparación más fuertes son por la mañana». A nivel de clima se ha encontrado con el termómetro marcando a diario menos dos grados, «pero la sensación es de menos diez. Por suerte es un frío seco que se lleva mejor». Al menos, mejor que su húngaro, admite. «Ya domino algunas palabras, como pedir la cuenta en un restaurante y esas cosas, pero es un idioma muy difícil y como en el vestuario hablamos en inglés, no me urge tanto». 

Elevar el nivel de competición

Cuando Pedro hizo la maleta tenía claro que quería seguir creciendo y aprendiendo y cree que lo está logrando. «Es lo que intento en cada partido y cada entrenamiento. Voy avanzando y estoy orgulloso de ello, pero me queda mucho que mejorar», sentencia mirando de reojo a una selección absoluta en la que ya ha hecho sus pinitos.

El nivel de la liga húngara podría ser similar al de la española, pero con un componente más físico y con el Veszprém y el Pick Szeged como grandes aspirantes a todo. Para ello cuentan con una afición fiel. «Aquí se vive mucho el balonmano, se llena el pabellón todos los partidos y eso es lo que más se diferencia de España. ¡Cuando jugamos partidos importantes esto es una caldera!». Un escenario en el que espera seguir creciendo.