Clases gallegas en Japón

José Manuel Ferreiro Negreira
José M. Ferreiro CARBALLO / LA VOZ

DEPORTISTAS

El técnico de fútbol Juan Riveiro impartió lecciones en la Universidad de Kobe

26 ago 2016 . Actualizado a las 09:39 h.

Los títulos conseguidos por la selección española, el fútbol que realiza el Barcelona o el historial que atesora el Real Madrid son las lanzaderas para que los entrenadores nacionales sean reclamados en otros países para averiguar cómo se trabaja en la península ibérica. Un claro ejemplo es el técnico coruñés del Paiosaco Juan Riveiro, que por tercera vez ha acudido a Japón a impartir su enseñanza. Durante cinco días da soluciones a los equipos nipones para que aprendan a encontrar respuestas a las dificultades que aparecen en el desarrollo del juego. Los conjuntos con los que trabaja pertenece a la Universidad de Kobe, en Osaka y son el Sannomiya FCJY y el Sannomiya Academia, en categorías cadete, juvenil y aficionados.

Mas, como se le conoce familiarmente, fue uno de los jugadores de Japón que llegaron a A Coruña y estuvieron en el Ural. En la ciudad herculina llegó a contactar con Juan Riveiro, que en ese momento era entrenador del Laracha, y también trabó amistad con el meta vasco Ibán, del conjunto larachés.

Juan e Ibán fueron los que acudieron a la llamada de Mas y se desplazaron a Japón en el año 2012. En esa primera estancia el preparador viajó con su mujer, por lo que prolongó un poco más sus enseñanzas de lo previsto inicialmente en aquel momento. Así aprovecharon su estancia para combinar trabajo y vacaciones. De esa manera los equipos podrían tener más sesiones, y los Riveiro podrían hacer también turismo. Juan Riveiro reconoce que la experiencia fue y es muy enriquecedora: «Es otro país, otras costumbres, otra forma de ver el fútbol. Pero los jugadores son aplicados y están atentos a todo lo que se le dice».

En el 2014 fue la segunda participación. Su enseñanza estaba calando en el trabajo de la formación de Kobe, una universidad privada que volvió a requerir de sus servicios este verano, concretamente desde el 18 de este mes. El regreso fue ayer, momento en el que vuelve a hacerse cargo del Paiosaco, que el domingo inicia la Liga de Preferente jugando el derbi contra el Laracha.

Las sesiones que preparó en Osaka estaban regladas. El objetivo era dar soluciones a los entrenadores japoneses. «Una vez allí me comentan lo qué quieren», aclara el técnico herculino.

Una de las sesiones fue jugar con diez e intentar ganar un partido. «Cuando me exponen lo que quieren, me pongo a trabajar en esa tarea y después la ponemos en práctica. Mas hace de intérprete. Yo les hablo en inglés, alguno lo entiende, y sino lo traduce sobre la marcha».

La Universidad nipona tiene programado enseñanza del fútbol desde primaria, para abarcar secundaria hasta llegar a los mayores, que son entre los 18 y los 23 años. Pero Juan Riveiro solo se ejercitó con tres categorías: «Con los cadetes tan solo hice una sesión, con los juveniles tres y finalmente con los mayores, cuatro. Cada sesión duran una mañana o una tarde».

Buenas instalaciones

Lo cierto es que la estancia de cuatro días se rentabiliza al máximo, aprovechando bien las instalaciones de la universidad, que disponen de un campo de hierba sintética y otras dependencias, en las que Juan Riveiro está la casi totalidad de las horas.

El preparador explica alguna sesión: «Estuve trabajando con la defensa avanzada. Ellos querían aprender a utilizar ese sistema. Y de esa forma buscamos siempre que lo hagan, después de mucha práctica, casi de memoria, para que así salga durante el partido de una forma natural».

Juan Riveiro reconoce que es un trabajo intenso y vibrante, tanto que no duerme muchas horas, unas seis por jornadas. «Generalmente me acuesto sobre las doce y a las seis ya estoy en pie. Buscas las salidas a los problemas que ellos propone. Se los explicas a los entrenadores y después se trabajan prácticamente con los futbolistas en el propio campo».

Cuando el preparador gallego fue allí por primera vez estaba vinculado con el Deportivo, un conjunto que en Osaka ya conocen perfectamente. Riveiro no deja de mostrar su orgullo por pertenecer al conjunto coruñés, pero, sobre todo, de poder mostrar el trabajo serio que se realiza en Galicia desde el punto de vista del entrenador, tanto físico como táctico.

Juan Riveiro es un preparador minucioso y con los conceptos muy claros. Además, no se le escapa el mínimo detalle y eso es muy valorado en la Universidad de Kobe. «Estoy muy contento de poder tener este tipo de experiencias. Siempre aprendes algo y a mi me gusta enseñar. Y aquí está valorando mucho nuestra forma de trabajo y como se expone la forma de ver el fútbol».