Eugenia escribe su futuro en inglés

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez REDACCIÓN | LA VOZ

DEPORTISTAS

MARCOS MÍGUEZ

Uno de los valores más firmes del atletismo y el arbitraje gallegos, emigra a Estados Unidos con una beca deportiva para crecer en ambas disciplinas

13 jul 2016 . Actualizado a las 13:23 h.

Galicia exporta talento. Y las universidades de Estados Unidos le abren sus puertas. Del mismo modo que sucedió con otros deportistas de la talla del nadador Óscar Pereiro, que hizo historia en Bridgeport, ahora es la atleta y árbitra de fútbol María Eugenia Gil Soriano la que cruzará el océano Atlántico para evolucionar en su formación académica y deportiva en la Robert Morris University de Pittsburgh. Aunque nacida en Mérida (1996), donde su padre estaba destinado, la velocista del Marineda Atlético y estudiante del Grado de Educación Primaria, reside desde pequeña en A Coruña, es medallista nacional en los 400 en categorías júnior y promesa (firmó récords gallegos), árbitra principal en Preferente (segunda temporada) y asistente en Tercera. «Ha sido un año de crecimiento importante», resume.

Eugenia Gil desborda ilusión ante su nueva etapa. «Creo que es el mejor momento para vivir esta experiencia; es una oportunidad que no he podido dejar escapar; un nuevo país, cultura y lengua me pueden aportar crecimiento y madurez; quiero disfrutarlo y aprender», argumenta.

Una aventura de un año

Por el momento, no quiere avanzar un plan a largo plazo y el retorno se otea en el horizonte. «En principio, solo he firmado un año, pero si la adaptación es buena y todo va como espero, me gustaría poder finalizar la carrera allí, que serían dos años», explica.

La deportista gallega no se arredra ante los objetivos planteados: «A nivel académico y deportivo, la universidad me proporciona absolutamente todo. Quiero sacar las mejores notas posibles. En el atletismo y arbitraje, daré el máximo desde el principio. Quiero mejorar en ambos, conocer métodos diferentes de trabajo y hacer muchos amigos». «A nivel femenino estamos ante un país muy rico futbolísticamente. Son las actuales campeonas del mundo», recuerda.

Tampoco el período de adaptación parece un obstáculo para Eugenia Gil. «Espero una cultura diferente y gente muy abierta, trabajadora, luchadora y simpática, además de un alto nivel deportivo», dice, aunque tampoco olvida lo que deja en Galicia: «Familia y amigos son pilares fundamentales en mi vida. Notaré mucho su ausencia, pero maduraré gracias a estos pequeños detalles. También echaré de menos a mi familia atlética compuesta por mi entrenador Vicente Veiga y mis hermanos, mis compañeros de entrenamiento».

Mucha mejora por delante

«Estoy viviendo mi mejor temporada deportiva, pero siempre se puede hacer mejor. Vivo una etapa de desarrollo y todavía queda mucho trabajo y mejora por delante. Aplico el mismo análisis al arbitraje, aunque me hubiese gustado finalizarla con el ascenso; espero que pronto se logre», analiza. «Ambos deportes son mi identidad y sin ellos no sería yo. Tienen que ir de la mano. Espero de ambos muchos momentos dulces. Si lo visualizas y crees, con trabajo, constancia y paciencia puedes llegar a donde te propongas», afirma.

«El deporte es indispensable en el desarrollo de nuestras vidas. Galicia es consciente de ello y el deporte femenino gallego está viviendo un momento importante de crecimiento, aportando mucho a nivel nacional. Por otra parte, cada vez es más habitual que los deportistas aprovechen las oportunidades que ofrecen otros países, con el valor añadido del idioma inglés. Creo que a corto plazo, lo que yo hago será lo cotidiano», concluye.