Fútbol gallego con estilo italiano

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez REDACCIÓN / LA VOZ

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El subcampeón del Mundo de fútbol playa, Miguel Santiso, y Diego López triunfan en el Active Network Futsal de Viterbo

05 mar 2014 . Actualizado a las 11:57 h.

En términos futbolísticos, España es campeona del Mundo. Literalmente. Una vez llegados a este punto de consenso, es necesario aceptar otra premisa más: si la superficie es lo de menos, Galicia se lleva la palma. Para muestra, dos perlas: Miguel Santiso Mosquera Kuman (A Coruña, 1991) y Diego López Táboas (Lugo, 1992). Ambos son los baluartes del Active Network de la Serie C2 del fútbol sala italiano.

Kuman arrancó en el fútbol (Orillamar, Calasanz, Racing, Dubra y Betanzos) pero ha hecho historia en el fútbol playa (es subcampeón mundial y ha establecido hitos con la selección y clubes como el Santos brasileño o el Colosseum de Roma). Diego López asomaba la cabeza en el Azkar cuando Italia llamó a su puerta. Y ambos se fueron a Viterbo.

En el camino hacia Italia, Miguel Santiso se desembarazó de una lesión que le lastró en los últimos tiempos. «Puedo decir que a día de hoy estoy solo centrado en jugar, volver a alcanzar el máximo nivel y estoy disfrutando de nuevo como lo hacia antes sin molestias ni complicaciones». Además, los resultados acompañan y el equipo es líder. «Debemos lograr el ascenso cuanto antes», desea Diego López. «Personalmente, me noto con confianza, después de casi dos meses de espera por el tránsfer para poder incorporarme a la competición», añade.

Ambos coinciden en lamentar que la grave situación del fútbol en España les impida poner fecha de regreso. «Me gustaría no estar mucho tiempo fuera de Galicia, pero continuamente vemos casos de equipos que no pagan a sus jugadores. Tuve que coger las maletas y aprovechar la oportunidad. Si la dejas pasar, nunca sabes si llegará otra. Es cierto que la distancia no se lleva bien, sobre todo con la familia, es lo que mas echo en falta. Aunque hablamos a menudo no es lo mismo. Como en casa no se está en ningún sitio», reflexiona Kuman.

«No es fácil estar lejos de tu gente y gracias a ellos sacas fuerzas. No se presentan oportunidades como la que estoy disfrutando. Aunque aquí he tenido la suerte de conocer a gente nueva y por suerte son grandes personas», corrobora Diego López.

Italia llegó a ambos futbolistas en momento diferentes. Para Kuman, sus objetivos eran principalmente futbolísticos: «Volver a la rutina de competición con un equipo estable. Ya en Viterbo, el ascenso y la Copa. Este también sera un año clave, ya que a nivel internacional cuando llegue el momento de cambiar la pista de fútbol sala por la arena con la selección de fútbol playa tenemos la principal meta de clasificarnos para el Mundial del 2015, donde queremos quitarnos la espina de Tahití 2013, donde perdimos la final contra Rusia».

«Además de los colectivos que mencionó Kuman, el mío era vivir una experiencia nueva, conocer otro tipo de fútbol, muy distinto al nuestro, que es atractivo y bonito de ver», dice Diego.

«Animo a que cunda nuestro ejemplo», dice Kuman. «Los que tengan la oportunidad, que no la dejen escapar y que compartan vestuario con personas de otros países y conozcan sus culturas», añade. «Le diría a la gente que es una buena oportunidad de disfrutar y vivir una experiencia nueva. No se presentan muy a menudo y nunca sabes si habrá más. Si sale bien, perfecto, y si no, pues no pasa nada», matiza Diego López.

Adaptación al horario

Los dos jugadores gallegos del equipo italiano resaltan que los horarios han sido el principal escollo para una adaptación nada traumática. «La gente empieza el día mucho antes y por tanto también lo acaba antes. Sobre las siete de la tarde está todo cerrado», relata el futbolista coruñés, que se deshace en elogios hacia su ciudad de residencia: «Viterbo está cerca de Roma y tiene un centro antiguo e histórico precioso, ya que era la anterior residencia papal, antes de que se mudase al Vaticano».