Los Casal, una relevante saga del mundo cultural de Uruguay con origen en Ribadeo

La Voz

CUBA

El ribadense Eusebio Casal se casó en Montevideo con la italiana Josefa Ricordi

27 sep 2017 . Actualizado a las 10:39 h.

Cuando Fidel Castro visitó de la mano de Fraga la casa de su padre en Láncara, a modo de homenaje se colocó una piedra en la fachada que dice: «En esta casa, en 1875, nació Angel Castro Argiz, gallego que emigró a Cuba donde plantó árboles que aún florecen».

Al ribadense Eusebio Casal Aguiar, emigrante en Uruguay, ningún mandatario le ofreció la posibilidad de visitar su casa ni de colocar ninguna placa conmemorativa. Si lo hubiera hecho, el texto debería decir que sembró todo un bosque cuyas ramas dieron savia y vigor a la cultura contemporánea y llegan hoy, pletóricas y frescas, a la actualidad.

Y es que uno de sus hijos, Julio Casal Ricordi, fue cónsul, escritor y fundador de una de las revistas claves de la cultura moderna. Otro descendiente, Abel Carlevaro Casal, fue un famoso guitarrista. Una nieta, Selva Casal, es candidata al Premio Cervantes. Y otros sucesores destacaron en otras modalidades artísticas.

Eusebio Casal Aguiar -que nació en Ribadeo en torno a 1850 según Monterroso Devesa en su obra sobre los gallegos en Uruguay- se casó en Montevideo con la italiana Josefa Ricordi Cherone y se dedicó al comercio. Tuvieron ocho hijos: Estrella, Delia, Juan Carlos, Antonio Rufino, Celina, Julio José, Alfredo y Blanca Casal Ricordi. Esta última, que fue una destacada pianista, contrajo matrimonio con el ginecólogo y apasionado melómano Juan Carlos Carlevaro Bastian de cuya unión nacieron dos hijos: Agustín, en 1913, y Abel Carlevaro Casal, tres años después.

Abel -que murió en el año 2001 en Berlín- heredó de sus padres la pasión por la música. Ya de niño tocaba la guitarra con el instrumento de pie pues era tan grande como él. Luego estudió con el uruguayo Vittone y con el español Andrés Segovia durante los nueve años que el maestro residió en la capital uruguaya. El nieto del emigrante ribadense compuso exitosas obras, dedicó más de sesenta años de su vida a dar conciertos en lugares como Río, París, Londres o Varsovia y grabó varios discos. Y pasó a la historia de la música por crear un método de uso universal para tocar la guitarra y por construir un modelo -las guitarras Mc Carlevaro- que fue patentado y fabricado por luthiers y empresas españolas y alemanas.

Pero si Abel Carlevaro se inclinó hacia la música clásica, su hermano Agustín lo hizo hacia la popular. Fue arquitecto y músico y está considerado en Uruguay como el mejor solista de guitarra de tango.

Entre sus discos figuran Mi guitarra, Homenaje a Atilio Rapat, Sólo Piazzola, Agustín Carlevaro interpreta Piazzolla o Recital de tango.

De los otros hijos del ribadense Eusebio Casal, uno, Alfredo, se relacionó con el cine y el teatro y se casó con la actriz Julieta Marinelli y otro, Antonio Rufino, fue cantante, aunque murió joven. Pero, sin duda, el más destacado fue Julio José Casal Ricordi.

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Cónsul, poeta y fundador de la prestigiosa revista «Alfar»

Julio Casal Ricordi nació en Montevideo en 1889. En 1909 fue nombrado cónsul de Uruguay en La Rochelle y, de 1913 a 1927 en A Coruña. Aquí fundó y dirigió la revista Alfar, un crisol de vanguardia y diálogo de culturas europeas y americanas. Se editó de 1923 a 1926 en la ciudad herculina y de 1927 a 1954 en Montevideo tras regresar Casal a su país.

En Alfar primaban lo artístico y lo literario.

El pintor uruguayo Barradas era su director artístico y la nómina de sus colaboradores habla a las claras de su influencia y trascendencia en la cultura contemporánea.

Vanguardias

Entre los gallegos destacaban Álvaro Cebreiro, Villar Ponte, Castelao, Vicente Risco, Noriega Varela, Bal y Gay, Madariaga o Casares Quiroga. Entre los hispanoamericanos, Francisco Ayala, Max Aub, Azaña, Bergamín, Borges, Machado, Guillén, Unamuno, César Vallejo, Huidobro o Victoria Ocampo. Como colaboradores gráficos tenía a Picasso, Benjamín Palencia, Maruja Mallo, Dalí, Juan Gris, Gregorio Prieto o Norah Borges.

Entre los muchos méritos de Alfar figuran introducir el surrealismo, situar y conectar a Galicia en y con las vanguardias europeas y publicar los primeros poemas de Alberti.

Casal y sus libros de poesía

Julio Casal fue autor de libros de poesía -entre otros,

Allá lejos, Nuevos horizontes, Humildad, Colina de la música

o C

uaderno de otoño-

y de una antología que es obra de referencia para la historia del género en Uruguay. Dirigió el Museo Blanes y hoy una calle de Montevideo lleva su nombre.

Estuvo casado con Concepción Muñoz Ximénez, miembro de una familia patricia uruguaya, con quién tuvo cuatro hijos, todos escritores y poetas.

Los cuatro nietos del emigrante ribadense son escritores y Selva Casal es firme candidata al premio Cervantes

Los cuatro hijos de Julio Casal y Concepción Muñoz, nietos del emigrante ribadense Eusebio Casal Aguiar, fueron todos escritores y, sobre todo, poetas. Tres de ellos nacieron durante la etapa de su padre como cónsul en A Coruña: Mary Inés (1915-2009) autora de libros como Rosa ceñida o Cuna de río; Julio (1917-1971), autor de Antología primera; y Rafael (1923-1986) que publicó Aire de octubre, La casa o De pena y ángeles.

La menor de los hermanos, Selva Casal, nació en Montevideo en 1934, ciudad en la que hoy aún vive y que alterna como residencia con la de Solymar. Es doctora en Leyes y Ciencias Sociales. Su producción poética se inició en 1954 con el libro Arpa y concluyó, por lo de ahora, con la Biografía de un arcángel publicada en 2012. Por el medio quedan obras como Días sobre la tierra, Poemas 65, Han asesinado al viento, Nadie ninguna soy, Los misiles apuntan a mi corazón, El grito o En este lugar maravilloso vive la tristeza.

Ensayista y poeta de reconocido prestigio, Selva Casal fue traducida a varios idiomas y sus poemas figuran en antologías nacionales y extranjeras. Obtuvo varias veces el Premio Nacional de Literatura, fue galardonada en países como Argentina, México y España y su nombre figuró varias veces entre los candidatos a recibir el Premio Cervantes de Literatura, el Nobel de las literaturas hispánicas.

De su poesía dijo Gómez de la Serna, «su libro es otro misterio logrado por su original alma de verdadera poeta» y, entre otros, Córdoba Iturburu manifestó: «Pocas veces se lee algo tan hondamente comunicativo logrado con medios de tan franciscana desnudez».