Una aventura laboral con la meta a más de diez mil kilómetros

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

ASIA

El marinense Borja Cerviño compaginaba cuatro trabajos en Pontevedra y no llegaba a mileurista. Decidió emigrar, echó un currículo y ese mismo día lo llamaron para trasladarse a Hangzhou y trabajar como profesor y entrenador de básquet

12 jun 2021 . Actualizado a las 20:19 h.

Uno siempre espera poder trabajar de lo suyo, y a poder ser, hacerlo cerca de sus seres queridos, sean familiares o amigos; pero está claro que no siempre se puede. A veces uno debe viajar muchos kilómetros para poder tener un trabajo en condiciones, otros lo hacen por la aventura y la experiencia que ello supone. En el caso de Borja Cerviño (1989), podría decirse que es una mezcla de ambas. ¿Ir a Hangzhou, en China, a trabajar de profesor y entrenador? ¿Y por qué no?

Apenas lleva un mes allí, pero se siente cómodo. Ha mudado de piel y de vida, pero tocaba hacerlo. «Tenía cuatro trabajos. Becario en la Universidad de Pontevedra, monitor de Pilates, entrenador de baloncesto y árbitro en una liga privada. Cuatro trabajos y no llegaba a 1.000 euros», explica Borja. Suena un tanto frustrante. «No es que la situación sea mala en Pontevedra, se extiende por toda España. De pequeño te dicen que debes estudiar para conseguir un buen trabajo, e inviertes mucho tiempo y dinero, pero no te ves recompensado económicamente cuando llega el momento. Yo, al igual que muchos otros, soy una persona que se ha visto obligada a emigrar. Podía quedarme pero pensé que esto podría salir bien».

Y tan bien. El mismo día que echó el currículo recibió una llamada en referencia a su solicitud de empleo. Tocaba decidirse y la elección fue la de hacer las maletas. «Aquí hemos venido a jugar», bromea después de comentar que todo fue un poco precipitado.

En Hangzhou, una pequeña ciudad de China que saltó estos días a los titulares por ser cumbre del G20, Borja tiene dos trabajos. Por un lado la vertiente educativa, ejerciendo de profesor para la empresa Echo Foreign Teachers; y por otro, la de dar clases de baloncesto en el Boocen International Culture Development. Aquí, en España, el marinense se graduó primero en Ciencias de la Actividad Fisica y del Deporte, en la ciudad del Lérez, y posteriormente en Magisterio, en Madrid. «Es una ciudad que me recuerda mucho a Galicia, preciosa, muy verde, con bosques, lagos y con muchísima lluvia», ríe. «Es considerada la ciudad menos contaminada de China y, aunque sea irónico, es increíble que tenga menos asma en este país que en Pontevedra o en Madrid. Por algo será».

La mayor barrera y aventura que tiene delante es sin duda la del idioma, aunque nada hay como sumergirse en una cultura para que todo fluya. «Voy aprendiendo, poco a poco, pero no me queda más remedio», afirma el marinense. «Aún así me relaciono con muchos europeos y apenas noto gran diferencia a nivel de hacer vida social en mi tiempo libre. Es cierto que la gente que nació aquí tiene otras formas, otras cosas, y no es ni mejor, ni peor, simplemente diferente». Una cosa sí es verdad, Borja reconoce tener más tiempo para sí mismo en el gigante asiático que en Pontevedra. No se cumple la leyenda de trabajar como un chino.

China siempre ha destacado como una potencia deportiva y desde hace unos años, ha iniciado una fuerte apuesta en la mejoría de sus deportes de equipo, así como en la educación. «Son las razones por las que estoy aquí, supongo. Están trayendo entrenadores de diferentes disciplinas y diferentes lugares del mundo», explica el marinense.

El choque cultural ha sido fuerte, sobre todo en la gastronomía, y es que como en casa no se come en ningún sitio. «Si soy sincero, rara vez cocino en el piso en el que vivo. Me gusta callejear y probar a comer en sitios distintos cada día. Es una buena manera de ir adaptándome».

Una aventura sin billete de vuelta. Borja no sabe cuándo regresará, pero sabe que ahora le toca disfrutar de esta experiencia laboral. Se le ve bien, aunque sea a través de la pantalla de ordenador. ¿Un consejo para el que se vea en una situación similar? «No tener miedo a nada y creer en ti mismo. Con eso, tendrás mucho ganado en China».