El artista recuerda cómo Buenos Aires transformó su visión de las canciones y la composición
27 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En la portada de Atlántico Xoel López se esconde tras una máscara. Pero las canciones del álbum son, en realidad, el resultado del acto de quitársela. Rememorando aquellos meses cruciales, Xoel lo equipara a retirar «una última capa». Esa capa era renunciar a la comodidad que le había dado Deluxe, su anterior proyecto, y presentarse con su propio nombre: «Deluxe tuvo un sentido, pero se iba diluyendo, iba perdiendo significado». Atlántico se publicó ya como Xoel López como autor, pero para ello el músico tuvo que emprender un viaje, físico y también personal.
El Atlántico del título es el océano, «el charco» que Xoel cruzó para abrir otra etapa en su carrera. «Llevaba un tiempo con dudas y finalmente fue en Argentina, en América Latina, donde lo vi clarísimo. Allí empecé a tocar como Xoel López y me dio muy buenas sensaciones. 'Ya está, esto es un camino de ida, no hay marcha atrás', me di cuenta», recuerda.
Las doce canciones de Atlántico son hijas de un Xoel que se vistió con los ropajes de dos figuras arquetípicas. La primera, la del viajero que sale a conocer el mundo y se acaba conociendo a sí mismo. La segunda, la del emigrante. «Nosotros, como seres atlánticos, siempre hemos tenido el mar como algo misterioso, ese anhelo de otro lugar, ese horizonte que nos hace mirar más allá, ese alén», describe el músico. «Y en mi caso no podía ser de otra manera. Ahí me fui a descubrir ese imaginario que desde niños hemos tenido en Galicia sobre la emigración, emigrantes que se fueron a Alemania o Inglaterra, a Nueva York, Río de Janeiro o Patagonia. Había algo ahí que me tiraba, que me atraía y así fue. En Argentina me encontré a mí mismo, empecé a sacar discos como Xoel López y fui más gallego que nunca».
El éxito de «Tierra»
Un viaje que se cierra con el retorno: es entonces cuando lo vivido y soñado adquieren su pleno sentido. Y en Atlántico esto lo representa precisamente su canción de mayor éxito, Tierra. «Es mi referencia en todo el viaje a la idea de volver», confirma Xoel. «Uno se va, pero siempre tiene un pie en lo que deja atrás, es como una canción de la morriña. Una canción de superación, pero también del que regresa», ilustra. «Desde esa idea de estar perdido en los mares, Tierra es una canción que habla desde un barco que llega a una orilla, y esa orilla es la de este lado», explica sobre cómo la canción resume la transformación que todo viaje opera en quien marcha y un día regresa.
En el caso del músico, esa transformación afectó el corazón de sus composiciones. Xoel estaba transitando el mismo camino que habían hecho algunas melodías sudamericanas hasta Galicia por los senderos de la emigración, hasta convertir cumbias o merengues en parte del panorama popular gallego. «Es cierto: creo que como en Galicia no se entendió el disco en ninguna parte, incluso mejor que en América», ratifica Xoel. «En realidad, es una idea muy gallega, la idea de lo latino desde el punto de vista de Galicia. Hemos convivido con esas idas y vueltas, una música que de la emigración volvió al corazón de Galicia, a pueblos perdidos en la montaña y desde ahí se sigue expandiendo a toda Galicia. Al final, acaba siendo parte de la música popular, junto a nuestro propio folclore», concluye el artista coruñés.