José María Vila Alén: «El cuadro de Castelao no está en venta, como no lo está la catedral de Santiago»

Héctor J. Porto REDACCIÓN / LA VOZ

ARGENTINA

El presidente del Centro de Galicia de Buenos Aires cree que solo una visión raquítica de Galicia puede sostener que «A derradeira leición do mestre» ha de abandonar su hogar

22 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El entusiasmo se ha desatado tras el anuncio de la llegada a Galicia del cuadro de Castelao A derradeira leición do mestre (1945) para protagonizar una exposición, en la segunda mitad del año, en el compostelano Museo Centro Gaiás. Voces destacadas de la cultura gallega convirtieron en un clamor la reclamación de que se aproveche el viaje trasatlántico de la obra -desde el Centro Galicia de Buenos Aires, que trabaja para cerrar su cesión temporal- para que el lienzo se quede definitivamente en Galicia. El debate se mira desde Argentina con cariño, pero la posición de la entidad social propietaria es inflexible, como explica su presidente, José María Vila Alén (Santa Cristina de Vinseiro, A Estrada, 1946), que partió, aún siendo un niño, con sus padres y su hermano, con destino al país austral allá por los años 50 del siglo XX.

-Si lo que se buscaba con este debate era animar la próxima exposición del cuadro en la Cidade da Cultura, ha salido maravilloso. El óleo de Castelao está en su lugar de siempre, en su hogar, aquí en Buenos Aires. Pero si uno lo hace adrede para dar publicidad a la muestra no le sale mejor.

-¿La posibilidad de la venta, o el traslado definitivo, ha sido tratada por la sociedad?

-Ni por asomo. No existe esa posibilidad. Rotundamente no. Habría que ir a buscarla a otra galaxia. Ni siquiera es necesario decir que no. No nos planteamos siquiera la posibilidad de que alguien nos lo proponga.

-¿No llegó a hablarse con el conselleiro de Cultura cuando tantearon el proyecto expositivo?

-Nunca. Si alguien nos lo planteara estaría insultando nuestra inteligencia. No lo respetaríamos.

-El propietario pleno del cuadro es la sociedad que preside...

-Somos una entidad cultural, social y deportiva, fruto de la unidad de los antiguos centros provinciales gallegos de Buenos Aires. El cuadro lo donó Castelao en 1945 al centro ourensano con motivo del noveno aniversario del fusilamiento de Alexandre Bóveda, y tras las fusiones el Centro Galicia incorporó en propiedad sus patrimonios. Por ejemplo, el centro lucense tenía A malla de Luis Seoane, y sucedió lo mismo. Bienes materiales e inmateriales, derechos y acciones que poseía cada entidad pasaron a la sociedad resultante.

-Está legalmente respaldado.

-Sí. Pero también hay una cuestión conceptual. El lienzo de Castelao es una obra de la emigración, se hizo en la emigración, lo pintó un exiliado, que falleció en la emigración. Hay una cuestión jurídica inapelable, y la otra es conceptual. Es como un insulto llegar a proponer que abandone su lugar. Que alguien pueda tener la idea, le gustaría. Bueno, qué sé yo, son los gustos personales de cada uno. Es el caso de Alonso Montero, a quien yo respeto mucho. Tomo su deseo como una expresión emocional, pero no como una propuesta formal; de hacerlo, me ofendería. El cuadro no está en el mercado, como todo el mundo entiende que no lo esté un trozo de la bandera gallega o de la catedral de Santiago. Es un intangible. Las opiniones no nos molestan, pero sí nos molestaría que alguien golpeara la puerta con una oferta económica bajo el brazo.

-¿No cabe ni una gran oferta?

-Aunque venga alguien con 10, 50 o 100 millones de euros, no se llevará el cuadro. Jamás. No tiene precio. Por no decir que la sociedad está perfectamente saneada. Nuestro pasivo no alcanza el 1% de nuestro patrimonio.

-Vamos, es como una parte del alma del colectivo emigrante...

-Claro. Pero es que además la idea parte de un concepto raquítico, enano de Galicia. Si todo lo que está en el mundo de la emigración, de pronto, mágica, imaginariamente, se trasladase a la Galicia territorial, el país quedaría reducido al suelo de sus cuatro provincias. Y Galicia es mucho más que el territorio.

-Buenos Aires, quinta provincia.

-Todo depende de lo que uno piense que es Galicia: si yo pienso en una Galicia pequeñita, un trocito de tierra, con una gente muy buena, muy simpática, muy agradable, muy condescendiente con los visitantes, muy morriñosa... Sí, está fenomenal, ha dado gente muy inteligente a España, al mundo. Pero, ¿qué es Galicia?, ¿esa visión reducida? ¿Pensamos en una Galicia pequeña o en una Galicia universal?, ¿cuál es nuestra concepción de Galicia? Pongámonos de acuerdo. Si es la que nosotros aspiramos a construir, la que es realmente, no podemos dar pábulo a una Galicia que se esté mirando el ombligo.