Marta Lado Castro-Rial: «En Sierra Leona aislamos a un sanitario al más mínimo síntoma»

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

AFRICA

La médica defiende la repatriación de los misioneros: «Es lo que había que hacer»

08 oct 2014 . Actualizado a las 10:56 h.

Llegó ayer mismo de Sierra Leona para hacer un «break» y el próximo lunes volverá al país en el que vive desde hace seis meses, donde coordina una unidad de aislamiento en el hospital Connaught, el más importante de la capital, Freetown. Internista con un máster en enfermedades tropicales, el brote de ébola le pilló por sorpresa a finales de mayo, y la ha convertido en una experta en la enfermedad, de la que se sabe poco.

-Seis meses en Sierra Leona asesorando al Gobierno. Ha visto la evolución de la enfermedad. ¿Por qué se ha descontrolado?

-Sierra Leona no tiene capacidad, ni logística ni infraestructura para un brote de estas características. Sí es cierto que mirando ahora lo que se hizo con cierta perspectiva, creo que se fue un poco laxo, confiado. Primero porque se pensó que era algo que solo afectaba a Guinea Conakry; después, no se aislaron los distritos, ni hubo cuarentenas, ni alarmas internacionales... No se tomó en serio.

-Salvando las distancias, parece que pasó algo parecido en España. Una mujer que atendía directamente a un enfermo que murió de ébola tiene fiebre y nadie hace nada... ¿Exceso de confianza?

-No se puede comparar la sanidad española con la de Sierra Leona. Además, desconozco el caso y lo que ha pasado, no me atrevo a opinar. Pero se me hace muy raro que el jefe de una unidad de infecciosos que tiene un caso de ébola deje irse así a su personal si tiene algún síntoma.

-Usted coordina una unidad en Sierra Leona. ¿Ha habido muchos infectados entre el personal?

-La verdad es que ninguno. Nosotros tenemos 18 camas, que siempre están ocupadas. A los pacientes les hacemos el test y si dan positivo los mandamos al centro de tratamiento y si se mueren, se procede a su enterramiento. En estos cuatro meses he tenido en aislamiento a cuatro personas del equipo, pero todos han dado negativo en los test.

-¿Qué hacen si hay sospechas de contagio?

-En el momento en que una persona que ha estado en contacto con enfermos muestra el menor síntoma, la aislamos. Puede ser cansancio, dolor de cabeza, fiebre... Hemos aislado en este tiempo a dos limpiadores y dos enfermeros, pero ninguno estaba infectado.

-¿Qué cree que pudo ocurrir en España para no aislarla?

-No me atrevo a opinar sin saber. Parece que algo debió fallar, no se transmitió la información correctamente o algo, pero me parece una osadía opinar. Sí puedo decir lo que he aprendido en este tiempo, y es que el riesgo cero no existe. Nosotros en Freetown intentamos minimizarlo y cuando alguien se está quitando la ropa de protección un equipo le acompaña y le recuerda las precauciones, por ejemplo, si ha lavado bien los guantes antes de salir, que no se toque la cara, que no se apoye en ninguna parte...

-¿Qué tipo de control sigue?

-Me tomo la temperatura todos los días y estoy en contacto con mi equipo [viajó con el King?s College de Londres].

-¿Tuvo problemas para salir de Sierra Leona?

-Me tomaron la temperatura cuatro veces, me preguntaron si había estado en un funeral y si había tratado con algún enfermo. Yo les expliqué cuál era mi trabajo. La verdad, me sorprendió lo fácil que me resultó salir. Pensé que iba a ser más complicado, pero hice escala en Casablanca y Madrid hasta Galicia y nadie me preguntó nada.

-¿Le parece un error haber repatriado a los misioneros?

-Entiendo que puede crear controversia, pero es lo que había que hacer, aunque por su perfil tuviesen pocas posibilidades. Mi problema es justo el otro, cuando le digo a mi staff que estén tranquilos y ellos me responden «tú no tienes problemas porque si enfermas te vas para tu país, pero yo me quedo aquí». Y tienen razón.

-¿Cuándo cree que se controlará el brote?

-La virulencia del ébola tiene un pico y después cae. No creo que antes de dos o tres meses. Cuando ocurra, seguro que alguien se apropia del mérito.

marta lado castro-rial, gallega que coordina una unidad de ébola en freetown