«En A Coruña no hay trabajos así»

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

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La emigración bate récords, y solo el año pasado se fueron de la ciudad al extranjero más de 1.200 coruñeses; ya pasan de 30.000, subiendo sin parar desde el 2009

25 mar 2017 . Actualizado a las 11:21 h.

Al menos uno de cada nueve coruñeses vive en el extranjero. Los motivos son diversos, pero principalmente los que emigran lo hacen por trabajo y pocas veces por gusto. El 2016 cerró con unas cifras de récord en el llamado padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE), un registro en el que hay que apuntarse cuando se fija la residencia en otro país antes de que transcurra un mes en el nuevo destino. Ahí figuran 31.346 coruñeses emigrados, y eso que muchos que se van, no se inscriben .

«Sabía que las oportunidades laborales después de terminar mis estudios eran bastante limitadas», cuenta Gonzalo Alarcón, que salió hace 15 años de A Coruña hacia Berlín. La crisis aún no había empezado entonces, pero para un licenciado en Galicia en Historia del Arte, la crisis existió siempre. Vive en Berlín, donde dirige una galería de arte. «En A Coruña no podría encontrar un puesto equiparable», dice Alarcón, que sabe que «tanto en España como en Galicia la situación laboral en este campo -el suyo- tiene mucho que mejorar».

En el censo que maneja Exteriores hay exactamente, a cierre del 2016, 1.204 coruñeses más que en el 2015 registrados en el extranjero. En ese mismo período la ciudad ganó solo 108 habitantes en el total.

La sangría no es nueva, pero sí se ha incrementado notablemente desde el estallido de la crisis. Y eso que los datos no reflejan el total de la emigración ni se citan los coruñeses que viven en otras comunidades.

En el año 2009 ese mismo registro estatal tenía apuntados a 20.365 coruñeses. En siete años hay 11.000 más, a más de un millar de personas por año buscándose la vida.

La emigración subió también en los municipios del área metropolitana. Arteixo (1.980), Cambre (1.255), Culleredo (1.443) y Oleiros (2.533) han registrado incrementos desde el 2009, pero no en la misma proporción que en A Coruña.

El realismo se impone a las ganas en cuanto a las posibilidades de volver a casa

«Mentiría si dijese que no echo de menos Galicia y A Coruña en particular, pero sinceramente creo que el futuro pasa por el mercado internacional», cuenta Iago Pernas, que salió hace dos años de la Escuela de Caminos y que trabaja en Riad para una gran empresa en la construcción de una autovía urbana. Le ofrecieron ese empleo y no se lo pensó: «Era una muy buena oportunidad laboral, sería una buena experiencia pero, sobre todo, porque la perspectiva del sector en España es muy gris», dice Pena que procede de una prestigiosa facultad coruñesa que exporta talento a todo el mundo. Aquí ya no hay sitio.

Andrés Seoane también hizo las maletas hace tiempo. Hoy está en San Diego (California), en una estancia postdoctoral en Química Orgánica. Su objetivo laboral era ser profesor universitario y quería probar experiencias en una universidad importante y fuera de Europa. «Estados Unidos parecía una opción lógica», cuenta. Allí encontró un grupo de investigación que le interesaba en la Universidad de San Diego y que lo aceptó. «Me encantaría volverme a España y particularmente a Galicia para incorporarme a la universidad, pero en estos tiempos eso está muy difícil», relata sobre las posibilidades de retorno.

Los tres testimonios son de jóvenes y los tres aceptan sin poner muchos peros que salir fuera a buscarse la vida ya es algo normal. España no ofrece muchas oportunidades y en Galicia y A Coruña tampoco las hay. Como ellos hay 31.000 coruñeses más por todo el mundo. Y subiendo sin parar desde el 2009.