Carnicum, con sede en Bergondo, ha sido pionera en llevar la carne a las redes sociales
04 sep 2014 . Actualizado a las 10:57 h.[iria p. gestal / A. C.] No solo de pescado y marisco vive Galicia. La exquisita carne gallega triunfa dentro y fuera de las fronteras de la comunidad, y en Bergondo, una carnicería ha sabido aunar la excelencia en el producto con un modelo de negocio adaptado a los nuevos tiempos. Carnicum ha llevado las chuletas y los bistecs al mundo 3.0, logrando una relevancia en las redes casi impensable hace unos años para el sector de la carne.
Los comentarios de clientes satisfechos con la compra en su Facebook son la versión digital del boca a boca, y convencen de que merece la pena el desplazamiento hasta el polígono industrial donde se ubica la selecta tienda de carnes. Aunque para los más perezosos la empresa ofrece también servicio a domicilio a partir de 60 euros de compra.
Demanda internacional
La tienda ofrece una amplia variedad de las carnes más selectas de Galicia, de donde obtiene la inmensa mayoría de los animales con los que trabaja. Es también la comunidad gallega donde se encuentran la mayor parte de sus clientes, pero realiza envíos a toda España. País Vasco y Madrid, dos regiones líderes en restaurantes con estrellas Michelin, son las siguientes comunidades de donde procede la mayor parte de su demanda. En total, Carnicum llega a despachar al mes alrededor de cien toneladas. Entre lo más demandado está el chuletón de vaca de calidad premium, un manjar que llega a los mejores restaurantes de España, a través de los mayoristas a los que Cárnicum sirve en el País Vasco, y que son proveedores de estrellas Michelin de toda la Península . Fuera de las fronteras nacionales, Francia y Holanda concentran la mayoría de los pedidos, y la demanda extranjera llega a sumar también el centenar de toneladas.
Uno de los éxitos de Carnicum ha sido saber aprovechar los recursos de las redes sociales para hacer correr la voz sobre las excelencias de sus productos. En Facebook son muy activos y no pasa una semana sin que actualicen el contenido. Ahí suman ya 7.245 seguidores, y todos dejan críticas positivas. Desde la tienda responden rápidamente a todos los comentarios, y con frecuencia añaden recetas que seducen a sus seguidores. En Twitter siguen la misma estrategia. En tres años suman 386 tweets, divulgando la calidad de sus productos también en esta red.