«El 'brexit' nos cierra las puertas»

rita álvarez tudela LONDRES / CORRESPONSAL

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Jóvenes gallegos que planeaban ir a trabajar al Reino Unido se muestran desilusionados por la deriva británica. Los ya residentes denuncian que Londres les quita la lona de seguridad

28 jun 2017 . Actualizado a las 10:44 h.

Desde hace dos años, la principal meta de la ferrolana Rebeca Simó Rascado ha sido formarse y aprender inglés para terminar trabajando en el Reino Unido. Ahora, con la negociación de la salida de la UE tomando forma, no puede dejar de pensar que «el brexit nos ha cerrado las puertas». Simó, de 32 años, estudia el ciclo superior de Turismo y en septiembre empezará el grado por la UNED. Previamente había estado once años en el Ejército, en la sección de Infantería Ligera en Asturias y en Pontevedra. Pero decidió pedir la excedencia para formarse y mejorar su nivel de inglés. En definitiva, hacer su sueño realidad, que comenzó durante sus tres visitas a Londres.

La pasión de Simó no es otra que llegar a ser guía turística en el castillo de Edimburgo, el monumento prehistórico de Stonehenge o el balneario de Bath, aunque sabe que es complicado y no descarta trabajar en un hotel. «Hace un año surgió el maldito brexit y todos mis planes y esfuerzo para irme al Reino Unido se convirtieron en una desilusión». No descarta buscar trabajo en otro sitio como Irlanda o Malta, ya que le asusta no saber qué pasará con el futuro de los españoles. «No me gustaría irme allí un año y luego tener que volver».

Precisamente en Londres lleva 22 años Susana Malleiro, trabajando como supervisora en estaciones de metro. Cree que el anuncio hecho por May «no es suficiente» y reconoce que, si bien ella se siente protegida para seguir en el Reino Unido tras el brexit, los que han llegado recientemente o no tengan trabajo no lo tendrán tan fácil. La viguesa pide al Gobierno británico que mantenga «los mismos derechos que tenemos ahora» y también que se alcance un acuerdo entre Madrid y Londres sobre el cobro de la jubilación para los que decidan volver a España.

La abogada lucense Eva, lleva ya como emigrante 36 años, quince de ellos viviendo en Londres. «Me siento muy frustrada porque lo que proyecta la propuesta de May es que parece generosa y equitativa, pero cuando ves el contenido es imprecisa y deficiente», afirma. Prefiere mantener el anonimato por temor a represalias en el trabajo y denuncia que falta «muchísima información». «Quieren la firma pero sin dar detalles. Aquí decimos que el demonio está metido en ellos y creo que es verdad».

Eva forma parte de la plataforma «Españoles en Reino Unido -Surviving Brexit», que aúna a más de 4.000 españoles residentes en el Reino Unido y que administra junto a otros el científico y profesor universitario valenciano, Ignacio Romero, quien lleva desde 1988 en Londres, con una pausa de tres años en París.

A la abogada y al científico tampoco les agrada que los comunitarios en Reino Unido pasen a ser tutelados por la justicia británica y no la que en la actualidad proporciona el Tribunal de Justicia Europeo. «Nos quitan la lona de seguridad. Es como si nos quisieran vender algo muy empobrecido», explica Eva. Romero denuncia que bajo esa legislación a los españoles «se nos pueden quitar todos los derechos en un voto del Parlamento. En ningún lado pone que los derechos sean vitalicios».

«La propuesta de May tiene cosas buenas como que Reino Unido ya tiene una posición sobre nosotros. Supone el inicio de su postura negociadora y también elimina el requisito de tener un seguro médico privado para poder seguir aquí», explica. De hecho, desde la plataforma calculan que un tercio de la población europea que reside en Reino Unido se hubiera podido ver afectada si el seguro privado hubiese sido implantado. La medida habría afectado especialmente a los estudiantes, ciudadanos que dependen del cónyuge, personas con enfermedades crónicas y discapacitados.